25 Nov Rubén Blades padre RIP
Entrevisté a Rubén Blades padre en @rpc_radio por allá por 1998. Recuerdo bien que era el segundo domingo de junio, día del locutor, y el llegó al edificio Chesterfield por error porque había sido invitado a la televisión para un programa de día del padre. La grabación era otro día y el se confundió. Calito Spencer de la seguridad me llamó por el interno y me dijo:
– Aquí está el papá de Rubén Blades
– Que suba
-se lo mando con el Fulo Bonilla
Lo había visto de lejos alguna vez en Billares Nelson y cuando estaba parado al lado mio se midió la altura conmigo y al comprobar que yo era más alto preguntó:
– ¿tu no jugaste basketbol?
– si, pero siempre fui malo
Recordó que en ese tercer piso trabajó Anoland Díaz, me dijo que conocía a mi papá y mencionó a varios veteranos de la radio.
Como los domingos no hay casi nadie trabajando y yo mismo era el operador, no quise hacer la entrevista con el vidrio de por medio, traje una silla junto a la consola y nos sentamos uno al lado del otro para usar el mismo micrófono.
El señor Rubén tenía todo el cabello gris plateado sobre una piel de tono bronceado que contrastaba fuerte con sus ojos de un color imposible, tanto así, que si no fuera un señor de edad juraría que eran lentes de contacto.
Antes de empezar le pregunté si era «Bleids o Blades» y sin titubear dijo: Bleids, en inglés.
La primera pregunta que le disparé fue sobre sus días de detective y el magnicidio de Remón, el había arrestado a Irving Martin Lipstein en el aeropuerto, todavía no era sospechoso pero el dijo «ese gringo no se va, tiene como pica pica»
Lo que pasó con Lipstein queda para otro post.
De su hijo Rubén me hizo varias revelaciones pero la única a la que me referiré es que supo de sus contactos en Nueva York que el cantante varias veces pasó hambre, que algunos días comía solamente pan con Coca Cola y que por orgullo no les aceptaba dinero a los papás. Confesó que la mamá le mintió piadosamente al hijo diciendo que había ganado algo en la lotería y que de ahí salieron los fondos.
Hablamos de sus días en la selección de Panamá y se quejó de la dirigencia deportiva del momento, insistió que en el país había talento suficiente y recordó la «operación tamaño» afirmando que era la responsable de la última buena generación de basketbolistas. En cuanto a la inseguridad en el país simpatizó poco con el director de la policía pero lo defendió diciendo que era culpa de los políticos, que la tropa estaba desmoralizada.
Como todo en la radio, el tiempo es el enemigo, sonó el teléfono con la llamada para la transmisión desde el hipódromo y la entrevista terminó.
Rubén Blades padre sacó del bolsillo trasero del pantalón el programa hípico y escuchó la carrera. Hizo unas anotaciones y se despidió.
Los teléfonos en la cabina reventaban en llamadas y yo sonreía solito.
Es de las entrevistas que más satisfacciones me ha dado, quedó buena y no la planeé.
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