06 Dic Para el Forum
Con motivo de los 30 años del Forum de Periodistas, fui invitado a escribir algo sobre el periodismo y las nuevas tendencias y la pandemia. Aquí lo comparto con ustedes.
Cuando estudiaba periodismo, el periódico tenía en su portada las noticias más importantes, después venían las noticias políticas, las columnas de opinión, la sección de negocios, los deportes, las noticias internacionales, clasificados y crónica social cerrando con tiras cómicas y crucigramas, muchas páginas que algunos como mi vecino el señor Pepe eran guardadas celosamente en orden cronológico, mientras que su esposa, la señora Elvira, las usaba para la jaula del loro.
Hoy día, el periódico viene mucho mas “flaco”, no solo por la crisis generada por la actual pandemia, sino por el avance de los nuevos medios de comunicación y la inmediatez de la tecnología que ha arrinconado a las rotativas ya golpeadas por el alto precio del papel, al igual que otros medios como la televisión, azotada por el “streaming” y el contenido descargado por demanda.
Tomemos una sección del periódico al azar, no la de política para evitar peleas, ¡deportes! (en esa también hay peleas, pero bueno)
Los resultados de los partidos de grandes ligas, y la tabla de posiciones de los equipos en cada división de la Americana y la Nacional eran infaltables en la sección deportiva, hoy, una aplicación gratis en mi celular me dice al momento los resultados y de forma “amigable” me deja ver estadísticas, tabla de posiciones, y me lleva a páginas con análisis de la situación, además la puedo personalizar para que solamente me llegue la información de mi equipo favorito y no limitarme al criterio del editor deportivo del periódico, enfocado en su gusto o el de la mayoría de los lectores según sus encuestas.
Tomemos otra sección al azar, la ganadora es: ¡crónica social!
No me lo esperaba, pero si lo pensamos bien, esta es una de las más golpeadas. Alejémonos del periodismo y vamos a lo económico. Planteo una situación de mi época. La foto de graduación en Gerardito costaba 80 dólares y te entregaban una 8×10 que seguramente iba a ser la de la sala de la casa, dos 5×7 que irían directo a cada una de las abuelas con una larga dedicatoria. Te quedan 16 fotos tamaño cartera, tienes padres orgullosos, muchos amigos y muchos familiares, una foto va al periódico para ser publicada en la página de sociales hablando bien de ti en el pie, y con algunas líneas de más si eres Suma Cum Laude. Hoy, un “click” en Facebook y tus 478 amigos ven la foto y todos te felicitan, se acabó la facturación de sociales y Gerardito perdió el negocio de las fotos adicionales porque tu mismo la escaneaste.
Tomemos otra sección al azar, la ganadora es: ¡opinión!
Buen reto para desarrollar. Antes había que esperar una semana o quince días para leer a tu columnista favorito, infartarse y confesarse después de leer al Dr. Saez Llorens si eras muy religioso (por suerte lo publican domingo), coincidir con Bobby Eisemann los viernes, o pelear con Carlos Christian los sábados. Toda una semana para que en casa piensen que estás loco hablando solo. Ahora los 3 tienen Twitter y condensan una idea en 140 caracteres, puedes leer sus opiniones cuando se les ocurren, y además hay otras personas opinando, el título de twitero es más fácil de conseguir que el de columnista, aunque en las redes hay mas gente con seudónimos chabacanos y opiniones muy malas, pero al final son muchos y la oferta creció exponencialmente. Súmale a eso las páginas web, portales, etc. que presentan artículos de opinión o lo que ahora llaman blog, como este, que tiene unas reglas distintas para escribir y sin la técnica que lleva el editorial o el artículo de opinión que me enseñaron en la universidad.
La pandemia ha potencializado las nuevas formas de hacer periodismo, los reporteros no tienen que salir de casa para hacer una entrevista, ahora lo haces por video llamada y ese mismo video va a la televisión porque la calidad de la imagen ha mejorado con las aplicaciones y ancho de banda y la exigencia ha disminuido, porque todos saben y aceptan que estamos en una situación especial. La posibilidad de una exclusiva ha disminuido con los años, pero también puedes entrevistar a un experto en Washington o en Europa sin tomar un avión, sin montar un estudio en un hotel y sin pagar una fortuna en Vía Satélite. Es más fácil conseguir a un científico o a un artista por 10 minutos si el tipo no tiene que salir de su casa u oficina, y puedes hacer 3 entrevistas en una hora sin salir de la sala de redacción.
Los periodistas no tenemos que reinventarnos, la tecnología ya nos obligó a eso, tenemos que regresar a lo fundamental en materia de verificación de los datos, confianza en la fuente, consideraciones éticas muy altas y jamás fallar al compromiso con la verdad.
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