Deja Vu

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17 Jun Deja Vu

La sensación era de esas que llaman “deja Vu”, conduciendo por la calle 3 NE en el “downtown” de Miami, para girar a la derecha en la primera avenida, que es “one way” hacia “Bayside”, a la izquierda el edificio viejo de la corte y a la derecha una fila de carros estacionados en lugar indebido exonerados de multa por un gran papel que dice “press” y algunas camionetas con antenas y logos de canales de TV. Exactamente el mismo escenario de hace 10 años cuando se debatía la extradición de Noriega y el mismo de hace 25 años cuando se enjuiciaba a Noriega por narcotráfico.

Me estacioné mal, imitando a los demás, y me apresuré a encontrarme esta vez con Ana María Mejía, corresponsal de TVN en Miami por estos días y que había confirmado que la audiencia a Martinelli era a las 2 de la tarde y ya eran la 1.30. Cruzamos la calle al edificio de la corte, e hicimos la fila para el control de seguridad, entregué mi pasaporte a la misma oficial afroamericana que me lo pidió hace diez años de la que Manolo Alvarez bromeó diciendo que tenía cara de preparar buen “sous”.

Afuera del “room 1027” por lo menos 20 personas esperábamos el momento de entrar a la sala, el funcionario de la corte recordó que no estaba permitido tener celulares, y advirtió que por el poco espacio solo entraría un familiar por detenido. Invitó a pasar abogados, y después dijo: familiares de Ricardo Martinelli, y un muchacho no mayor de 30 años con pinta de cubano americano entró. Creo que se coló al ver que nadie respondía. Mencionaron los nombres de otros detenidos, solo uno respondió. ¡periodistas! Y la fila se disolvió para agolparse a la puerta, entré de primero y caminé hasta al final para quedarme de pie, ya no había asientos.

Con la vista recorrí la sala con paredes de madera igual a las que había visto con Noriega y a la derecha terminando el recorrido ¡ahí estaba! El mismo Ricardo Martinelli, su cabello blanco pero esta vez con barba, esposado y vistiendo el atuendo color kaki de los detenidos igual que otros cuatro tipos más en la misma banca y uno atrás mientras que otros tres no llevaban uniforme, me reconoció y se dio cuenta que lo miraba y me saludó con un cabeceo, le respondí con un guiño.

Solo pensaba: Martinelli esposado, el expresidente de mi país esposado, cuando uno de los periodistas jóvenes de alguna agencia internacional me preguntó ¿Cuál es? Y le dije el primero de la fila cuando se escuchó ¡todos de pie! Y entraba el juez Edwin Torres, y ahí vi de nuevo a Martinelli levantándose para darme cuenta entonces que de sus brazaletes de metal salía una cadena larga hacia sus pies que también estaban amarrados.

Ya frente al estrado Martinelli dijo su nombre , y creo que estaba nervioso porque lo dijo con acento gringo igual que el oficial de la corte cuando lo llamó, “ruiccardo Maertinelli Bérrocal” así, con acento en la e. ¿es usted fluido en inglés? Preguntó el juez y Martinelli asintió y el juez preguntó de nuevo en español y entonces si contestó mientras yo pensaba que seguramente habría gente feliz de ver al hombre esposado mientras que yo sentía vergüenza de que la máxima figura de mi país estuviera en esa situación, independientemente de quien fuera la persona.

La audiencia terminó y se llevaron al expresidente por el pasillo justo al lado de donde yo estaba, pasó a un metro de mí y me volvió a saludar con un cabeceo y le respondí con el mismo guiño de la vez anterior, un tipo que no conozco se paró al lado mío y le dijo Ricardo, y el expresidente solo contestó “hey que pasó” con buen ánimo.

Las cadenas en sus pies le permitían dar pasos normales, no creo que fueran muy cortas, y Martinelli no iba feliz, nadie es feliz esposado, pero tampoco puedo decir que iba humillado o arrepentido ni derrotado. No mostraba el orgullo de siempre pero eso es subjetivo, tampoco iba cabizbajo, reitero, saludó con movimientos de cabeza.

 

18 Comentarios
  • Alfonso feuillebois
    Publicado a las 13:38h, 17 junio Responder

    Una nota bastante reflexiva Limyueng, y nos debería poner a pensar que por qué durante los mas de 40 años que nos gobernaron PRDs y Panameñistas, no hay ningún preso de esos partidos.

    Mi pregunta realmente es retórica, todos sabemos que la alternación de poderes entre solo 2 partidos, contribuía a un pacto de no agresión, esos 2 partidos sabían que durante décadas, ambos iban a alternar, por lo cual no se debían perseguir, hasta que llegó un tercero (Cambio Democrático), y cambió las reglas del «juego».

    Este gobierno influyó para que a Martinelli se le acusara de varios delitos, algunos incluso ridículos, shows armados como el de Salerno que decía que cada 3 meses le entregaba a Martinelli 300,000 dólares….y eso es Mentira, un sólo Super 99 genera mas de esa cantidad en un sólo día….¿para que Martinelli iba a querer 3oo,ooo cada 3 meses?.

    El Problema de Martinelli es que le tocó gobernar en la época del boom de las redes sociales, en la que todos opinamos, maximizamos, criticamos, acusamos, esparcimos y difamamos mas de la cuenta. Sin embargo, a presidentes anteriores les tocó gobernar en una época oscura, de falta de opinión e información, por eso es que hoy esos ex-mandatarios se burlan de nosotros y del mismo Martinelli, quien está pagando por el pecado de todos ellos, porque sus delitos quedaron cubiertos por la ignorancia del pueblo, en un pasado donde solo opinábamos en los buses y en la esquina del barrio y mas nadie se enteraba.

    Si en el 2019 el PRD llega al poder, volveremos a repetir ese ciclo oscuro, y ningún panameñista corrupto va a pagar por lo que ha hecho.

    Te felicito por tu blog, es agradable de leer.

    Saludos.

    • AIDA TORRIJOS
      Publicado a las 14:56h, 17 junio Responder

      No ha habido presos porque nadie ha robado tanto como el,su familia,sus amigos y amigos y familia de sus smigos.Sencillo.

      • Enrique Herrera
        Publicado a las 22:59h, 17 junio Responder

        O sea que robaron, pero no tanto; qué bien.

      • Octopus
        Publicado a las 17:01h, 18 junio Responder

        jajaj igual que la respuesta del General Torrijos al embajador Jack Hood Vaugh quien relata en sus Memoirs, sobre las acusaciones de narcotráfico a Monchi Torrijos: ¨Lo que me molesta es que Monchi solo está enviando 5 kilos a la semana, Porqué hacer una gran cosa de eso?»
        »We were driving around Panama City in a panel truck with a one-way window, and Omar was really bombed, with a bottle of Chivas Regal between his legs. He turned to me and said ‘What bothers me the most is that Monchi is only shipping five kilos a week. Why make a big deal of that?’ » Jack Hood Vaughn

  • I.Meanacho
    Publicado a las 14:26h, 17 junio Responder

    as por compartir este relato Historico… ainque como que faltab max «salsa» al final. . Mas descriptivo…como que mas le preguntaron o que dijo juez o la negacion de la fianza. Etc. Saludos buen trabajo por alla.

  • Osiris González
    Publicado a las 14:33h, 17 junio Responder

    Un hombre inteligente y objetivo. Admiro mucho tu trabajo.

  • Mitzela Barragan
    Publicado a las 15:38h, 17 junio Responder

    Grandes experiencias las q has vivido….gracias por compartirlas.

  • Martha abrego
    Publicado a las 15:46h, 17 junio Responder

    Muy objetivo y sin matices de estar de un lado o del otro

  • Gina Buendía
    Publicado a las 16:55h, 17 junio Responder

    Tu Deja Vu nos presenta dos personajes que estando en el poder perdieron las perspectivas y quedaron en el mismo lugar. Si el resultado al final será el mismo no se pero escrito ya está.

  • Diomila Isabel Domínguez
    Publicado a las 17:28h, 17 junio Responder

    Lo felicito muy objetivo y muy Profesional.

  • Mirta
    Publicado a las 18:52h, 17 junio Responder

    Tu escrito es muy objetivo e imparcial. Se siente la vergüenza o pena que sentiste como panameño de ver a Nuestra Maxima autoridad en una situacion como esta. Yo aunque quiero justicia, igual la siento. Aqui no se trata de quien es? Aqui se trata de que Nuestros Gobernantes estan para servir al pueblo no servirse del pueblo.

    • Manolo Álvarez Cedeño
      Publicado a las 03:15h, 18 junio Responder

      La vida es extraña o puede no serlo; el poder es menos que una llamarada de capullo, que usualmente te devuelve los golpes cuando vienes de retorno. Buena crónica Licona. Precisamente este tipo de reflexiones elaboradas como producto de la experiencia periodística puntual, es lo que marca la diferencia. Buena esa Licona. Espero le.hayas dado un abrazo y un beso de mi parte a la la oficial afroamericana experta en saus. Biena ésa nuevamente, paisano chamero

  • Margorieth Tejeira
    Publicado a las 19:02h, 17 junio Responder

    Buena crónica.

  • LeroySheffer
    Publicado a las 00:10h, 18 junio Responder

    Excelente relato, Nos ubicó en el momento que vivías, tus sentimientos y la verdad mas allá de las leyes, Las líneas del poder no son infinitas. Al final con la misma daga que midas serás medido. La ambición, el desprecio, la mentira son los barrotes que tarde o temprano encarcelan el alma. La cárcel física viene por añadidura….

  • Iris Edith Moscote
    Publicado a las 12:52h, 18 junio Responder

    Eduardo muy bien redactado explícito hubiese querido q el relato fuese más largo para seguir transportándome a ese lugar
    Pero por lo demás excelente
    También opino lo mismo. Da pena ver a nuestro ex presidente en esta situación pero cada uno se traza su destino y lastimosamente el no vio más haya
    Suerte Eduardo. Quedo en espera del próximo

  • Ricardo
    Publicado a las 14:05h, 18 junio Responder

    Ni siquiera así humillado mostró algo de arrepentimiento es lo que puedo sacar de tu escrito. Cosa seria el Ego

  • Edith Rodríguez
    Publicado a las 15:56h, 18 junio Responder

    Buen relato, propio de su profesionalismo, no pierda su objetividad lo llevara muy lejos.

  • Demetrio Antonío
    Publicado a las 17:04h, 18 junio Responder

    Felicitaciones mo. Tu relato me transportó al lugar. No tengas pena ajena pues el mismo dijo «yo no soy responsable de lo que hagan…

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